Silencio, silencio, mi compañero eterno.
Desde las sombras ancestrales y las carencias primarias, te observo.
Silencio estacionado en el balcón de mi casa,
frente a la plantas impávidas que luchan por sobrevivir.
Silencio me enciendes los cigarrillos y yo, temblorosa
me acomodo en el sillón.
Como una neblina pesada me rodeas, silencio,
no es necesario llamar tanto la atención,
te acurruco,
te cuido
te he amado, silencio…
te he hecho espacio dentro de mi corazón.